Unos dicen, que si se quitan los cargos y trabajos adjudicados a dedo subirá el paro ¡Pues claro que sí! Y si se sube el IRPF bajará el consumo ¡que descubrimiento! Otros que si se sube la luz, el transporte, y se tocan los sueldos se producirá una contracción enorme. ¡Claro que sí majetes! Llegan tiempos de austeridad o más bien de pobreza generalizada.
¡Que más da que manden los unos o los otros. La situación es igual mande quien mande. Que hay que pagar, y si no se paga es la ruina total y la quiebra. Ni las huelgas ni otro invento de TBO lograrán evitar que vayamos de cabeza y marcha atrás por causa (como todos saben) de una mala política de administración pasada.
Ahora o se hacen los famosos recortes sí o sí, o nos vamos al garete y entonces sí que sí. Es igual; de esta no nos sacan los sindicatos, o los listos de siempre. De esta no nos saca nadie y como siempre habrá violencia y medidas drásticas, que pondrán el panorama subvencionado de España perfectamente embarullado.
Hoy hay huelga general. O sea no se va a trabajar. Excelente paliativo para la crisis. No sé quien lo ha inventado, pero el genio que lo ha hecho merece toda la gratitud de los españoles. Los dirigentes de los sindicatos marcan el ritmo de recuperación y se constituyen en los auténticos presidentes del gobierno. O hacen esto que queremos o hacemos esto otro. Como si la situación hubiese venido por arte de magia, o algo que no se sabía por nadie.
Bien; resumiendo y sin querer ofender a nadie porque “todos” somos más o menos culpables de la situación. Esto es una losa que pesa sobre todos, así que las industrias se marcharán a otro sitio donde puedan prosperar, pero los trabajadores no serán españoles. Y si me dicen que Arenas o quien sea, ha fracasado en Andalucía, le diré que la que verdaderamente ha fracasado, es la misma Andalucía. Ella sola se ha hecho el haraquiri. Pero ¿Qué se le va a hacer?
En el próximo escrito hablaré del Gobierno.
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