`Ciudadano K´ ha recibido plenos poderes del Senado argentino para obrar en consecuencia, aunque lo que pueda hacer este hombre -con las tarifas y con la propia Argentina- sigue siendo un misterio.
Pero volvamos al encuentro Bush-Kirchner, que se antoja revelador de las corrientes subterráneas que mueven las relaciones entre países, de las favorables consecuencias que para España tiene el apoyo a la política norteamericana de lucha contra el terrorismo, siendo el terrorismo el primer problema español, y del escaso aprecio que en la Casa Blanca tienen populismos como el que practica el `amigo K´.
Pero volvamos al encuentro Bush-Kirchner, que se antoja revelador de las corrientes subterráneas que mueven las relaciones entre países, de las favorables consecuencias que para España tiene el apoyo a la política norteamericana de lucha contra el terrorismo, siendo el terrorismo el primer problema español, y del escaso aprecio que en la Casa Blanca tienen populismos como el que practica el `amigo K´.
Los pormenores de la entrevista han sido desvelados, por motivos desconocidos pero fáciles de imaginar, por el adjunto al presidente norteamericano para Asuntos Latinoamericanos, Roger Noriega, de visita en Buenos Aires la semana pasada. Esto fue hace bastante tiempo. No lo pierdo para dar fechas.
El contenido del diálogo fue leído, con puntos y comas, en la mañana del citado 22 por la cadena `Radio 10´, que casualmente controla el holding estadounidense Emmis Communications, y de él se hizo inmediatamente eco `Urgente 24´ con la sagacidad que le caracteriza. Salvo error u omisión, ni una sola referencia a este diálogo ha aparecido en los medios de comunicación españoles. Sorprendente.
Las palabras de Bush son meridianamente claras en defensa de los intereses españoles en Argentina, y vienen a demostrar el grado de estrecha y real amistad que hoy une a George Bush y José María Aznar, dispuestos ambos a mostrarse ante Kirchner como una unidad indivisible.
Llamativo: la entrevista duró apenas 13 minutos y 36 segundos. Bush habló 9,55 (tiempo suficiente para "leerle la cartilla" a su invitado) y Kirchner 3,41 (balbuceos incluidos). ¡En los saludos protocolarios se invirtieron 40 segundos! Éste es el texto de la conversación reproducida por `Urgente 24´.
George Bush: -Presidente, lo he mandado llamar por expreso deseo de mi amigo, el presidente Aznar, quien quedó un tanto preocupado por el efecto que tuvo su reciente gira europea, especialmente por las dudas que sus palabras dejaron entre los empresarios españoles durante su visita a Madrid, quienes tienen muchas e importantes inversiones en su país.
Kirchner: -Presidente, le agradezco su invitación. Mi gira por Europa fue exitosa, y si bien es cierto que hubo algún intercambio de opiniones con empresarios, no creo que estas diferencias de criterio puedan ser para tanto.
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