SEPARATISMOS Y OTRAS ENTELEQUIAS.

Libertad ¿para quién?

Muchos no cesan en Cataluña, de decir que no acatarán las decisiones del TC para el Estatut, un engendro que nunca se debió sacar para vulnerar los derechos de los demás en su tierra que es España. Esta manera de contemplar la identidad tan desigual y arbitraria, choca contra una Constitución que yo sepa aun no ha sido derogada.

Y al pobre “maqueto” o inadaptado (por libre) que no se pliega a sus arbitrariedades anticonstitucionales lo machacan a modo, haciéndole imposible la convivencia. No importa que se prohíban cosas que no se pueden prohibir, siendo anticonstitucionales. Pero se hacen sin reparo y sin respeto a los demás. Y además se quejan de que no les queremos.

Estos ya parias en su país, también se pueden poner tercos, y contraatacar. No se van a consentir… ya lo veremos. ¡No destapemos más la Caja de Pandora! Un pequeño fuego prende un gran incendio (Santiago 3:5,6) Buscad la paz. Vivan y trabajen en paz.Y seguidla ahora que la tenéis. No intenten quedarse con el cortijo, que eso trae malas consecuencias.

Aprendan de la historia. Conocí a un amigo campeón de la cabezonería. Le dije una vez, que no discutiera más que no tenía razón. El me contestó tan campante: yo no quiero tener razón; yo lo que quiero es salirme con la mía. Y así va la cosa.

Visto lo visto, que no me hablen más de patriotismo regional, cuando hay unos pocos señores y señoras (perdón al revés, aunque como ya somos todos iguales...) que miden todo desde su pequeñez mental y sus aspiraciones, que todos podemos tener tan razonables o irrazonables como ellos.

Todos estos acontecimientos como los separatismos, el marxismo irresponsable, y la escasa formación de las gentes en España ignorando la historia es un barril de pólvora en el que nos sentamos todos. Mala cosa para los españoles, mala cosa para los separatistas.

La ira del español sentado que decía Lope, solo estalla cuando se ven como los gatos encerrados en su rincón y asediados. Entonces son imparables. Pese a sus continuas divisiones (que merecen la burla de los suizos y otros nacionales diversos), ya se ponen en marcha con furia como se demostró en nuestra guerra civil.

Pero ya es tarde para guardar la paz. Esta ira bien canalizada en la paz, puede hacer de nuestro país la mejor nación del mundo. Para eso está muy bien dotada y se encuentra como pasa en Argentina, como país riquísimo, y viviendo la mayoría en la pobreza, cuando no en la miseria y en el anarquismo y la esquizofrenia.