jueves, 13 de octubre de 2011

SE BUSCA QUIJOTE PARA PRESIDENTE



Yo no sé mucho de votos y votaciones, pero algo me dice que el que vota un mal menor, aun sabiendo que no es lo mejor, hace bien. Y hace bien porque, en primer lugar, todos tenemos derecho a elegir lo que es más semejante a nuestra forma de ver la sociedad y la vida de las naciones.

Como es natural, todos y cada uno de los ciudadanos, queremos paz y prosperidad, que es factor común, en el deseo profundo de todos los hombres honrados; trabajar y vivir en paz. Si algo tiene importancia en una sociedad, es el orden y las leyes justas y para todos.

Todo el mundo no piensa por igual, y la libertad es algo intrínseco en el ser humano. La libertad es el bien más preciado que Dios concedió a los humanos, según el decir del generoso D. Quijote. Si en la libertad no hay paz y solidaridad, es por culpa totalmente nuestra.

Jesús dijo que eran pocos los que daban con el camino, y hablaba de “rebaño pequeño”. Nada de millones de creyentes, porque si los llamados cristianos hiciéramos algo por nuestros valores, las cosas pintarían de otra manera.

En política hay que dejar libertad a todos; y sobre todo al legislador y al líder, que no solo gobierna para sus compinches y simpatizantes de sus ideas. Tiene que gobernar para todos. Con justicia y equidad.

El que vota, elige entre las opciones que se le presentan. Si por escrúpulos no vota al más afín a su fe y a sus ideas consecuentes con esa fe, está dando lugar a que el adversario sin escrúpulos gobernaría mucho peor. Lo hemos visto.

El votar al árbol (partido) en que te van a ahorcar, es preferible que el árbol no tenga encima espinas que le hagan al votante más amarga, la estancia en este mundo de mentira y de coacción.

El mal menor es una opción única en política, y votar a quien no hará nada es suicida. Por otra parte, existen muchas sensibilidades religiosas, y hay que atenderlas todas. Yo puedo tener mis convicciones pero hay mucha más gente que piensa o desea otras cosas y por tanto también hay que atenderlas.

En los puntos controvertidos, por poner un ejemplo tan notorio, se debe prohibir el aborto, pero no por sensibilidad religiosa, sino porque social y humanamente no es de recibo semejante burrada. Y un desfile de homosexuales ¡para qué decir!

Si hay un orgullo gay, también puede haberlo heterosexual. Ni avasallar a los gay, ni atropellar los principios de los demás. España es una nación en la que más de dos tercios aproximadamente son católicos y demás cristianos. Estos no están conformes con el aborto, o que saquen a Franco de su sepulcro.  

Nadie tiene derecho a prohibir las misas en la Basílica del Valle de los Caídos, como nadie tiene derecho a desenterrar a Carrillo (por notorio ejemplo), por que no le halle (y hay muchos) méritos para estar sepultado en tierra española, en la que parece que tiene perpetradas algunas infamias. Ya prescribieron sus delitos, y sus parciales tienen derecho a hacer lo que les pete en este asunto.

Si se trata de imponer un sentir que todos los cristianos tenemos sobre algunos asuntos candentes, en Italia, la democracia cristiana (católica, con alguna traza de valdenses, etc.) no fue, ni ha sido precisamente un crisol de virtudes. Recordemos a Craxi o Andreoti, y lo que hicieron con Moro.

Actualmente parece que tampoco Berlusconi tampoco es del gusto de la gente. Pienso que se debe votar (y no votar es desistir de la acción cristiana) a los más afines, que pueden mejorar nuestras expectativas. No hay tantos cristianos como parece. Dios sabrá porqué.

lunes, 10 de octubre de 2011

EL P.E.R. DE ANDALUCÍA

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Es una obviedad que hay que reformar el PER. Negarlo es o ignorancia o perversidad. Hay que reformarlo cuanto antes. Pero no se puede ignorar que suprimirlo, sin más, supone condenar a un gran colectivo a la miseria desde una pobreza más que notoria. El PER es asimismo un elemento eficacísimo de cohesión social, y de almohadilla contra disturbios sociales.
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Dicho esto hay que tomar el tema con actitud positiva porque el gobierno tiene razón (del PP o de cualquier otra opción política), al intentar eliminar un modelo de subvención, que es realmente lo que es, por otro modelo que sustituya con justicia y ventajas al modelo actual.
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Por ejemplo, el del trabajo femenino. A una mujer con cincuenta y cinco o sesenta años, por poner una edad, no se la puede poner a trabajar arreglando asfaltados o cunetas, o haciendo trabajos que no son apropiados y que de serlo, solamente tendría justificación por su extrema pobreza y necesidad.

Eso sería explotación de personas, abusando de su pobreza. Su dignidad no se lo permite, y prefieren que las borren de las listas y perder el subsidio, a ponerse a realizar un trabajo indigno y degradante, ahora que estamos tan extremadamente sensibilizados con el trabajo y el trato a la mujer.
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No vamos, después de este ejemplo, a detallar los agravios a los pobres que sería el mantener un PER excesivamente exigente o quitarle a tantas pobres gentes su sustento. Así sin más rodeos. Es condenar a muchas personas a la más inicua indigencia. Debemos tener en cuenta que para evitar abusos de muchos culpables, podamos lesionar los derechos de muchos.- pero que muchos.- inocentes.
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Estamos con el gobierno en el propósito de reformar o quitar el PER, si se le sustituye por otro modelo que, sin necesidad de tener que realizar un continuo engaño.-por otra parte de necesidad.-con el asunto de las firmas por las «peonadas». Ya sabemos los andaluces, los abusos y servidumbres que crea.
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Teruel existe y también el pueblo andaluz, y esas mujeres que no tienen tanto apoyo como sus paladinas, pero que tienen los mismos derechos.-tampoco más.-y merecen que el pueblo español, aunque solo sea por caballerosidad, las trate como se merecen.
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No tratamos de mostrar una alternativa en un asunto que aun siendo de conocimiento general, no somos lo suficientemente expertos para presentar. Y sabemos que cualquier decisión que se tome, no ha de contentar a todos. Sin embargo contando con todos y procurando consensuarlo, se podrá encontrar una solución mejor que la supresión radical, sin otras alternativas que demuestren ser mejores. Lo que es repugnante es la insolidaridad y el prejuicio.
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Lo que sí sabemos, porque lo hemos experimentado con personas humanas, es que hay muchas gentes que solo necesitan que se les saque del PER, sí, pero que les sea concedida por su edad o condición, una pensión que les permita sobrevivir sin tanta sobresalto, y sin necesidad de engañar o tener que entregarse al tan temido.-no digo que sin razones.-voto cautivo.
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Hágase justicia social con un pueblo como es el andaluz, dulce, sabio y pacífico, que solo pide un mínimo para subsistir en una cultura, que será en su momento renovada por medidas de ayuda, pero que ahora necesita ansiosamente en muchísimos casos, solo sobrevivir.
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Tal vez, y es deseable en grado sumo, la próxima generación, más preparada, no necesite de estas formas de protección, y se puedan acoger a las que rijan para todos los demás españoles. Se ayuda a Galicia como por justicia le corresponde en el caso concreto de la marea negra, y siempre será poco.
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Ayúdese a Andalucía en su apuro concreto, con la misma justicia y solidaridad. Con imaginación y generosidad; sin que haya necesidad de fraudes, ni sobresaltos por parte de estos ciudadanos que, al fin y al cabo, son los más perjudicados por la situación de la sociedad española, en estas tierras benditas de mi hermosa Andalucía.          
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Dios de España avergonzado,
Manda con resolución,
Que a cada ser que ha creado,
Se dé su parte y razón.
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jueves, 6 de octubre de 2011

DECIR Y HACER

Monumento a Cristo en Monteagudo



Sabemos lo difícil que es ser un crak del toreo, del fútbol, etc. Es algo que se da entre millones de individuos. Si bien es verdad que muchos son los que por solo afición y de manera informal hacen estas cosas, lo cierto que es pocos son los que se destacan hasta el punto de ser figuras.

Y es que ser figura es algo tan especial que se requiere unas facultades y un entrenamiento, amén de unas carencias o por mejor decirlo de una disciplina, como que a los deportistas por ejemplo no les permita comer desaforadamente, y menos aun las bebidas alcohólicas con el fin de estar en perfecta forma para hacer valer sus cualidades que tan bien se pagan.

Un aficionado a un deporte vería con escándalo y así mismo lo denunciaría, si viera a uno de sus adorados ídolos hacer un abuso y comportarse de forma desconsiderada con la gente, o lo encontrara en fiestas a deshora y asuntos de evasión prohibidos por el entrenador.


No es lo mismo saber las reglas del comportamiento que saber cumplirlas. No es lo mismo saber jugar al fútbol, que ser un jugador que gana millones, y que es un ídolo ante sus hinchas. Y todo esto para practicar un deporte que ven cien mil personas en un estadio, y tal vez unos millones en la televisión o los oyen en la radio.

No así en la política donde vemos a personas que no son capaces de ser auxiliares administrativos, y que sin embargo están a cargo de una responsabilidad muy alejada de sus capacidades, teniendo como sujeto pasivo de sus decisiones a millones de sus nacionales.

Como quiera que el pueblo les elige, ya se sienten exonerados de otra responsabilidad que la que quieran adjudicarle sus parciales, que solo quieren sacar adelante sus frustraciones o sus fobias por no decir más. Y hay que dejar sentado que malicia y astucia no es inteligencia y bien hacer.

Esto hace que la gobernación de las naciones, sobre todo las que no disfrutan de una democracia consolidada y natural, sea un eterno ir al vacío y ser contenedoras de las mas groseras corrupciones que se puedan imaginar, con la anuencia o la justificación de sus parciales que aportan el supremo argumento de: ¡más roban los otros!

¡Precioso argumento! que para ellos es el cierre de toda crítica y de toda acción, por los mismos que tendrían que tener interés de que su formación esté libre de sospechas, y sea crisol de virtudes democráticas.

Un pueblo instruido, que acata las leyes que se han de hacer a su conocimiento, consulta, y voluntad, con claridad, sin mentiras ni demagogias que serían captadas por gentes cultas y preparadas de un pueblo adulto. Este, sin vacilar, condenaría al fracaso, y echaría inmediatamente, a cualquiera que usara de estas viles estrategias.