sábado, 19 de enero de 2013

YA ESTÁ BIEN DE POLÍTICA




No y no; ya está bien. O se ponen las pilas los partidos o conmigo que no cuenten. No se trata de que lleven esta u otra política. Ellos saben, o deben saber lo que hay que hacer. Los de a pie no tenemos referencias ni conocimientos para llevar una nación como es España. Por tanto, no me meto en estas cosas que son opinables. El aborto y la corrupción tanto económica como moral no entran en mis cálculos. Allá cada cual con su conciencia (el que la tenga).

No pienso entrar, en votar al árbol en que me van a ahorcar. Prefiero patalear y si puedo, escaparme. Como vivo aquí, y amo a España con vehemencia, no voy a votar a nadie y que cada uno se las apañe. Sé que no soy nadie, y que un voto más o menos no tiene importancia. La solidaridad no existe, la compasión tampoco, y se enseña que todo lo que descompone a la sociedad es bueno. Vicio y transgresión son aplaudidos, hasta que llega la hora de la verdad.

La gente anda descompuesta, y ya ni los funcionarios ni los bancarios ni los de cualquier entidad, tienen sus puestos asegurados, cuando nadie era despedido (salvo mala conducta), de una industria o un negocio como la banca. 

Ciertamente les darán sus dineros (más o menos), pero podemos figurarnos la cara del que llega a su casa, y le dice a su esposa que está despedido. Cuando mire a sus hijos, no sabrá salir de una vergüenza que no merece.

Hablamos de liberalismo, izquierda, derecha, comunismo, socialismo más o menos ilusorio, pero nadie es capaz de controlar las acciones de los que, por lo que sea, mandan en las vidas y hacienda de todos. Solo se trata de hacer un decreto, y miles de familias se van a la porra, o les condicionan a sus hijos. La masa manda, es cierto; yo no pienso ser masa.

Así que no me vengan con los “indignados”, que da la casualidad de que se indignan ahora. A otro perro con ese hueso. 

Solo un hombre de ideas humanitarias, que respete con equidad las inclinaciones y costumbres de cada uno (sin que esto produzca mal al Pueblo), podemos acoger y promover. Y ¿dónde está ese hombre?

Respeto absolutamente a las personas, y no nombraré a nadie, porque todo el mundo está enterado de lo que estamos pasando, pero esto no puede seguir así. 

Si hay gente que dice que todo siga igual, con su pan se lo coma. No cuenten conmigo. Repito, no cuenten conmigo, porque no me trago las ruedas de molino. 



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