sábado, 7 de abril de 2012

¡QUE DESASTRE!




Como cualquier español me siento afectado por la situación política. Muchas ilusiones y proyectos, se han ido por el arroyo de los gastos estúpidos y desproporcionados por parte de los gobiernos anteriores. Veo a la actual oposición, que está en contra de toda medida, porque creen que las medidas son terriblemente inútiles, que no queremos depender de los mercados y que no queremos ser como Grecia.

Ellos no proponen nada, sino solo crítica acerba y sin fundamente. Y como es natural promueven todo lo que signifique anti-cristianismo, porque este da esperanza para la consecución de una mejor y más pacífica forma de vivir. La libertad y la impunidad para nosotros. La vara para otra espalda.

La negación de todo es su mayor “argumento” y su “aportación más importante”. A la Iglesia darle desabrimiento y pesadumbres con amenazas y hechos crueles aunque las gentes en las procesiones se agolpen como pueblo cristiano que es.

Las burlas a la Iglesia, tan ramplonas y viles como los que la critican por sus acciones son de un mal gusto y de una mala intención que da susto pensar lo que harían si pudieran. Ya que se habla de memoria histórica, me gustaría que tuviesen el buen gusto de ponderar todo lo que en aquella época sucedió.

Personalmente la política no me ha afectado demasiado, pero veo mucha tristeza, y una proliferación de la miseria y la mendicidad no conocida desde los primeros años de la posguerra civil. Asaltado por mendigos y personas que bien pueden trabajar en lo que puedan, pero que se ven abocados a pedir limosna, plenos de vergüenza y timidez.

 Me hacen sufrir estas cosas; no me acercan a las tesis sostenidas por los dos gobiernos anteriores, así me lo expliquen con pelos y señales. Porque no tienen razón. Esto ha sido un “saqueo” que ha sido para derretir y fundir todo lo que se les ha puesto por delante.

Cuando los veo tan rozagantes y diciendo que están orgullosos de lo que han hecho, no tengo más remedio que tomar mis decisiones en relación a quien voy a respaldar en el futuro. Ya soy mayor, y paso de casi todo, pero mi gente tiene  una vida por delante, y mal veo las cosas es este bendito país.

Ya sé, que sobre todo esto, se ha escrito y hablado hasta la saciedad. No aporto nada nuevo. Ni falta que hace. Pero quiero decir si puedo expresarlo, el infinito engaño y la vergüenza padecida, por los casos en que nuestros gobernantes han hecho el ridículo en donde quiera que han estado, en el propio país y en el extranjero.

La degradante y degradada forma de gobernar, manipulando la democracia es un amargo despertar a la realidad. La democracia no es el mejor sistema del mundo, pues el único ya está provisto por parte del Señor Jesús, pero es también el menos malo de todos los sistemas. Solo hay que mirar la situación de los países a la que nos querían llevar, y la de los países capitalistas que tanto difaman y desacreditan ellos.

Y por último quiero resaltar que todos los dirigentes de lo que ellos llaman defensores del trabajador y del pobre, viven como auténticos capitalistas, con caprichos que entre la sociedad que tanto estigmatizan y desacreditan, se consideran como ramplones y de baja estofa. Pero ahí están, tan radiantes, los nuevos ricos.

Un pacto social es desde mi punto de vista imposible, porque las concepciones del mundo están reflejadas en los países donde unos y otras ideologías están en vigor. La verdad, es que prefiero esta democracia a lo que ellos me ofrecen, siendo yo un trabajador asalariado durante toda mi vida. A sus armas de seducción de masas, no tengo más remedio que decir como el buen Cyrano: ¡no, gracias! 

Solo añadir las palabras del poeta.

Que chasco si nuestra España 
fuera víctima sangrienta
de alguna mano avarienta
que se maneja con saña 

¡Eso sí que fuera duende! 

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